Javier Díaz
Javier Díaz Responsable técnico ASEPAL

Mantenimiento del vestuario de protección

prendas

Desde ASEPAL siempre hemos insistido en que, para que la protección que ofrece un equipo de protección individual alcance su nivel óptimo, es fundamental asegurarse de que dicho EPI es seguro, se ha seleccionado correctamente y se utiliza y mantiene correctamente. En relación al mantenimiento del vestuario de protección, el número de ciclos de lavado que se aplican a las prendas suele ser uno de los puntos que mayor interés despiertan a todas las partes interesadas en la comercialización y el uso de la ropa de protección.

En este artículo pretendemos dar una visión resumida de las obligaciones que tiene el fabricante en relación al lavado de las prendas y qué aspectos debe considerar el usuario del vestuario de protección.

Obligaciones del fabricante

No hay ningún EPI que sea indiferente al paso del tiempo. Puede que el deterioro de sus prestaciones pueda llevar más o menos tiempo, pero al final, el envejecimiento, las condiciones del entorno en el que se usa o almacena y el uso del EPI, tendrán un efecto sobre las prestaciones que ofrece el equipo. El Reglamento (UE) 2016/425 obliga al fabricante a proporcionar la información que el usuario necesite tener para saber en qué momento o plazo, el EPI dejará de brindar las prestaciones necesarias para protegerse del riesgo previsto por el fabricante en el momento de la comercialización del EPI.

Aunque el tiempo de vida útil de los EPI dependa de sus condiciones de uso y, en ocasiones, resulta difícil establecer un plazo durante el cual el EPI seguirá ofreciendo las prestaciones previstas, el fabricante debe proporcionar al usuario del EPI toda la información relevante sobre las condiciones normales de uso y todos los demás factores que influyen en la vida útil, para que el usuario pueda determinar cuándo desechar el EPI.  Esta información –que debería figurar en el folleto informativo– puede relacionarse con la evolución de una propiedad del EPI; o por la aparición de defectos relacionados con el envejecimiento o deterioro de los materiales, o cualquier otra información de que disponga el fabricante que pueda indicar que el EPI ya no ofrecerá las propiedades que le permiten brindar la protección necesaria en un momento dado.

En el vestuario de protección, si el proceso de limpieza establecido por el fabricante conduce a un deterioro rápido y significativo del rendimiento del EPI, deberá indicarse en el marcado y en las instrucciones de uso el número máximo de ciclos de limpieza que pueden realizarse.

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