Eduardo Beck Rodríguez.
Eduardo Beck Rodríguez Dpto. de PRL Asesoría Técnica e Industrial de Barcelona

Los riesgos laborales en la industria

Riesgos laborales en la industria.

En nuestro país, la denominada Ley de Accidentes de Trabajo aprobada en 1900 se considera la primera ley de seguridad social en España. Esta ley representó un cambio tanto para los empresarios como para los trabajadores, pues establecía que “el patrono es responsable de los accidentes ocurridos a sus operarios” y, que “los obreros tendrán derecho a indemnización por los accidentes a consecuencia del trabajo”.

En 1995 la Ley de Prevención Laboral establece que la empresa, además de hacerse cargo de los gastos médicos y la indemnización, también es responsable de crear y mantener en su empresa una organización preventiva que se ocupe de la seguridad y la salud de sus trabajadores, y que no sólo corrija las deficiencias después de un accidente.

Sin embargo, en la actualidad y en el caso de accidentes mortales, las causas están especialmente relacionadas con la gestión de la prevención, la organización del trabajo, la protección y señalización, los espacios de trabajo o los factores individuales.

La prevención

La OMS (Organización Mundial de la Salud) define el término salud como “el estado de completo bienestar físico, mental y social”.

Por su parte, cuando hablamos de salud ocupacional, nos referimos a “aquel estado de bienestar físico, mental y social del trabajador”, por lo que sus objetivos son la promoción, protección, prevención y el mantenimiento del más alto grado de dicho bienestar, adaptando el trabajo al hombre y el hombre a su trabajo, según sus capacidades fisiológicas y psicológicas.

La prevención tiene como principio primario conocer cuáles son los principales riesgos existentes en las tareas que desarrollen los trabajadores en su actividad laboral. También los modos de prevenirlos generando las bases necesarias para implantar una cultura de prevención.

Sin embargo, la prevención de riesgos laborales es una tarea en la que todos, trabajadores, mandos y empresa, estamos implicados y en la que todos tenemos distintas responsabilidades. Además de ser una obligación exigida por la propia Ley, se hace necesario conseguir unas condiciones de trabajo adecuadas y seguras que tengan el efecto esperado y fomenten una cultura preventiva.

Las empresas deberían tener en cuenta que la mejor seguridad y salud surge del diálogo de las partes implicadas y no por imposición, pues es muy importante contar con la opinión y participación activa de los trabajadores. Esto se logra, como bien se sabe, a través de un comité donde el número de representantes laborales y de la empresa sea paritario.

La crisis también nos ha traído un incremento de la siniestralidad laboral que ha ido aumentando a partir de 2012

También como ventaja añadida, la aportación de los trabajadores debe verse como una ventaja para que el sistema de seguridad mejore y sea mucho más seguro, pues son ellos los que conocen cuáles son los mayores peligros para su actividad laboral.

Un accidente puede no ser un hecho evitable, sino algo que puede suceder de manera fortuita, por casualidad o “porque tenía que pasar”. Sin embargo, un accidente laboral o las posibilidades de que un trabajador sufra una enfermedad en el desempeño de su trabajo, se produce porque algo se ha hecho mal o ha habido un fallo en el desempeño de sus tareas laborales.

La seguridad y salud abarca no sólo la prevención de riesgos laborales inherentes a cada puesto de trabajo o actividad laboral mediante la identificación, evaluación y control de los peligros y riesgos asociados a un entorno laboral, sino que fomenta el desarrollo de actividades y medidas necesarias para prevenir los riesgos derivados. Tiene como objetivo mantener los estándares de calidad más altos de seguridad y salud en el trabajo, conllevando las condiciones adecuadas para evitar accidentes y enfermedades derivadas de la actividad laboral.

Riesgos laborales en la industria.

Para conseguir estos estándares de calidad en la prevención, las empresas deben realizar evaluaciones periódicas de los posibles riesgos y mejorar las medidas preventivas y de control necesarias.

Con ello quiero destacar que si se ha hecho un estudio previo de las tareas a realizar y de cómo llevarlas a cabo, del entorno laboral en que se van a desarrollar, los medios a emplear, etc., nos estaremos adelantando a los posibles riesgos que pudieran a aparecer y tomando las medidas preventivas más adecuadas. En consecuencia, estaremos minimizando los daños y mejorando la calidad del entorno laboral y mejorando la productividad.

Dentro de riesgos laborales, la legislación española también recoge una lista de enfermedades profesionales asociadas a circunstancias psíquicas, físicas, químicas, geográficas, etc., que desarrollan los profesionales en su trabajo. Las enfermedades con origen también laboral pero no incluidas en ese listado, son consideradas como enfermedades derivadas del trabajo o accidente laboral.

Sin embargo, uno de los factores importantes es el humano, ya que muchos de los accidentes se producen por fallos humanos causados por los propios trabajadores o personal ajeno a la empresa, ya sea de una manera deliberada o intencionada. Por ello, es necesario concienciar a los trabajadores que cualquier hecho que ponga en peligro la salud laboral de un trabajador no sólo influye en una gran pérdida de ingresos para la empresa, sino que puede llegar a afectar muy negativamente en la vida laboral de los trabajadores.

Evaluación de los riesgos en la empresa

La evaluación de los riesgos laborales es el proceso que mide los riesgos que no hayan podido evitarse, obteniendo la información necesaria para que en la empresa se tomen las medidas preventivas necesarias y, en tal caso, las que necesaria e inevitablemente deben llevarse a cabo.

La evaluación debe servir para identificar los elementos peligrosos, los trabajadores expuestos y la magnitud de los riesgos. Al final del proceso de evaluación, deberán documentarse los riesgos evaluados, el resultado de los controles periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores, a lo largo de un período determinado.

La PRL es una tarea en la que todos, trabajadores, mandos y empresa, estamos implicados

A pesar de la mayor concienciación por parte de empleadores y empleados sobre la importancia de la seguridad, de la evolución de los riesgos inherentes a cada puesto de trabajo, la crisis también nos ha traído un incremento de la siniestralidad laboral que ha ido aumentando a partir de 2012.

Los sindicatos señalan a la precarización de las condiciones de trabajo como causa del aumento. Culpan a la excesiva carga de trabajo y también a que las empresas durante la crisis dan prioridad a otras cosas y la prevención se ha descuidado. A esto hay que añadirle la altísima rotación de trabajadores con contratos de días o semanas, pero también el hecho de que los trabajadores hayan asumido conscientemente peores condiciones laborales, por miedo a perder un puesto de trabajo ya de por sí escaso.

Claves para el futuro

De cara al futuro, serán necesarios nuevos estudios para conocer los impactos positivos y negativos que supondrá la incorporación de las tecnologías limpias y materiales ecológicos en la industria. Si estos avances van a suponer un mayor incremento en la seguridad y salud de los trabajadores o, por el contrario, se pueden estar originando riesgos que vayan a traer una mayor incidencia de determinados accidentes o enfermedades profesionales.

Por otro lado, las ventajas que conlleva el cambio medioambiental deben ir acompañadas de una correcta planificación de los trabajos y un adecuado diseño del puesto de trabajo, considerando el avance tecnológico en la selección de los materiales, equipos de trabajo y procedimientos de trabajo.