Alfonso Fuerte Rojo
Alfonso Fuerte Rojo Safety Manager BASF Española SLU Site de Marchamalo (Guadalajara)

‘Responsible Care’: la prevención de riesgos laborales en la industria química. Experiencia de BASF

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La gestión de la prevención de riesgos laborales en la industria química forma parte de un compromiso de excelencia llamado ‘Responsible Care’.

‘Responsible Care’ (RC o “Gestionar Conscientemente” en su traducción al español) es la iniciativa global y voluntaria del sector químico para la mejora continua de la seguridad, la salud y la protección del medio ambiente en todas sus operaciones de acuerdo con los principios del desarrollo sostenible y la responsabilidad social empresarial.

En el caso de BASF, los principios rectores de RC se integran en la estrategia de negocio del grupo a través de una política de empresa orientada hacia la seguridad y salud de sus trabajadores, contratistas y clientes y comprometida con la conservación del medio ambiente y la eficiencia energética. La traducción de esta política en forma de requerimientos, procedimientos y objetivos, permite la mejora continua en el ámbito EHS, así como el desarrollo de buenas prácticas compartidas dentro y fuera de la compañía.

La gestión de la prevención de riesgos laborales en la industria química forma parte de un compromiso de excelencia llamado ‘Responsible Care’

Los principios y requisitos de ‘Responsible Care’ se recogen en códigos perfectamente definidos cuyos contenidos deben ser escrupulosamente implantados. Esta implantación es auditada periódicamente por expertos, con una frecuencia y profundidad que depende de factores como tamaño y nivel de riesgo de las instalaciones, resultados de auditorías previas, etc. Dada la importancia que la compañía otorga no sólo a la seguridad sino también a la salud ocupacional, existen códigos y auditorías propias para cada una de estas dos áreas de la prevención.

Códigos de las auditorías de seguridad y medio ambiente de RC:

0. Organización.

1. Seguridad de producto (químico).

2. Seguridad en el transporte.

3. Seguridad ocupacional (lo que en España se conoce como prevención de riesgos laborales).

4. Salud laboral.

5. Seguridad del proceso químico.

6. Medio ambiente.

7. Respuesta ante emergencias.

8. Comunicación.

9. Seguridad patrimonial y de la información.

10. Gestión de la energía.

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Códigos de las auditorías de salud de RC:

  1. Principios.
  2. Equipo médico.
  3. Instalaciones médicas.
  4. Exámenes médicos.
  5. Promoción de la salud, prevención y rehabilitación.
  6. Preparación para emergencias médicas y respuesta de emergencia.
  7. Documentación, evaluación y valoración.
  8. Protección de la salud, seguridad, higiene industrial y seguridad de producto.

Cada uno de los códigos se subdivide a su vez en subcódigos. A modo de ejemplo, y eligiendo estos por su correspondencia con la prevención de riesgos laborales, a continuación se explican los subcódigos del Código 3 de las auditorías de seguridad:

  • Evaluación de riesgos laborales (ERL): los cimientos sobre los que se construye la gestión de la PRL. Con el paso de los años, se ha aumentado la exigencia en cuanto a minuciosidad y detalle, tanto en la identificación de riesgos como en la evaluación de estos. Básicamente, la ERL se orienta al análisis de tareas realizadas y áreas ocupadas, las cuales, en combinación, definen un puesto de trabajo. Especial énfasis se ha de hacer en presentar un análisis tan complejo y exhaustivo de una manera accesible a los trabajadores, que, a su vez, son la principal fuente de información del proceso. Importante también es la gestión eficaz de los planes de acción generados, con objeto de eliminar los riesgos detectados, o al menos, minimizarlos para que no supongan un daño a la salud de los trabajadores.
  • Sustancias peligrosas (análisis del riesgo químico). Conjugando ERL e industria química, el elemento diferenciador respecto a otras industrias, reside en un estricto análisis del riesgo químico: se debe conocer los tipos de manipulación y exposición de cada producto químico gestionado, así como las cantidades y los riesgos intrínsecos de cada uno de ellos. De esta manera, podremos definir las mejores medidas técnicas, organizativas y de protección a implantar para evitar un daño a los trabajadores. Dentro de este epígrafe, también aparecen las maneras más eficientes para determinar la exposición a agentes, no solo químicos, sino también físicos y biológicos, así como las mejores medidas de prevención para eliminarlas o al menos, reducirlas a un umbral mínimo aceptable.
  • Equipos de protección individual (EPIs): la elección de un buen EPI es básica en la industria química, especialmente, cuando hablamos de protección de ojos, respiratoria, de manos y corporal. La diversidad de productos químicos manipulados, así como los diferentes peligros asociados a los mismos y los diversos modos de manipulación, hacen que la elección del EPI adecuado requiera un análisis pormenorizado y muy específico en la mayor parte de los casos.
  • Permisos de trabajo. No todas las operaciones del día a día están cubiertas por la ERL, ya sea porque salen del ámbito de la propia empresa (son realizadas por empresas externas especializadas), porque se realizan con frecuencias muy amplias o porque suponen un análisis extra y puntual por tratarse de operaciones que pueden conllevar un riesgo directo sobre la vida del trabajador: acceso a recintos confinados, trabajos en altura, manipulación de grandes cargas suspendidas, corte de tuberías, trabajos de excavación o trabajos con generación de calor en zonas ATEX, son buenos ejemplos de ello. Para la realización de estos trabajos, es necesaria la cumplimentación de permisos de trabajo donde se realiza este análisis exhaustivo y puntual del trabajo y donde están involucrados todos los agentes necesarios, desde la persona que realiza el análisis hasta los ejecutores del trabajo, pasando por responsables, coordinadores, vigilantes y/o recursos preventivos si se diera el caso.

Resumiendo, BASF, como industria química, comprometida con la seguridad y salud a través del compromiso de progreso (RC), desarrolla la gestión de la PRL sobre la base de una evaluación de riesgos que presta especial atención al riesgo químico. En los casos en los que los riesgos no pueden ser eliminados o controlados suficientemente con medidas técnicas, organizativas o protecciones colectivas, la selección cuidadosa y apropiada de EPIs juega un papel esencial. Promoviendo y facilitando la formación, información y participación de los trabajadores y sus representantes en las decisiones sobre la implantación de las medidas de control se logra el necesario compromiso de todos para consecución de los objetivos. Por último, en labores de especial riesgo, la emisión y gestión de permisos de trabajo supone una valiosa herramienta de control ampliamente utilizada en nuestro medio.

Durante este año 2020, nuestro entrenamiento en la preparación y respuesta frente a emergencias nos está permitiendo, desde los comités de crisis de los distintos centros de trabajo, coordinados por comité de crisis nacional y otros comités de crisis supranacionales del grupo, abordar de una manera ágil, flexible y detallada la gestión de la protección y prevención frente a Covid-19, analizando en continuo las necesidades que se van produciendo, aplicando con rigor las normativas y recomendaciones sanitarias y ofreciendo a los trabajadores medidas de conciliación y soporte (apoyo psicológico a través de una empresa especializada, mantenimiento de beneficios sociales, pruebas diagnósticas cuando se dan las circunstancias en las que se pueden llevar a cabo según las instrucciones del Ministerio de Sanidad, asesoramiento y seguimiento de los casos y cuarentenas por el Departamento de Salud Laboral, entre otras).