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Jorge Galván Director general ANECPLA

La prevención de riesgos laborales y la vigilancia de la salud en el sector de la sanidad ambiental

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La prevención de riesgos laborales y la vigilancia de la salud en el sector que nos ocupa, el de la sanidad ambiental, es una de las máximas prioridades para ANECPLA. Desde la fundación de nuestra asociación, hace ya 30 años, venimos trabajando en pro del cuidado integral de nuestros trabajadores y de una cada vez mayor formación y concienciación al respecto por parte de los propios técnicos y operarios, las empresas y la sociedad en general. Se engloba aquí el trabajo cotidiano por parte del Centro de Estudios de Sanidad Ambiental, CEDESAM, perteneciente a ANECPLA que, con regularidad, organiza cursos de formación específica en el ámbito de la sanidad ambiental, que incluye dentro de sus contenidos la seguridad laboral y prevención de riesgos. También el trabajo editorial y de investigación que desde la asociación hemos desarrollado con diferentes organismos como la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales o sindicatos y, a través del cual, por ejemplo, hemos publicado una “Guía de vigilancia de la salud dirigida al sector de desinfección, desinsectación y desratización”.

La realidad es que el trabajo cotidiano que desempeñan los diferentes perfiles profesionales que engloban el sector implica factores de riesgo de seguridad, riesgos físicos, ergonómicos, químicos biológicos y psicosociales. Entre los más específicos encontramos los riesgos de caídas en altura y resbalones, golpes contra objetos, riesgos eléctricos, manipulación manual de cargas, posturas forzadas, riesgo por incendio y explosión o riesgos biológicos e higiénicos por contacto con animales y sus fluidos o picaduras, e inhalación o contacto con agentes químicos asociados al uso de biocidas y otros productos.

De hecho, en relación a esto último, y por la complejidad de estudiar la totalidad de las materias activas y productos presentes en las labores llevadas a cabo por las empresas del sector, se hace recomendable acudir a una metodología de trabajo específica que pase por revisar la totalidad de las fichas de seguridad y establecer un listado de los ingredientes presentes. También, hacer una búsqueda bibliográfica sobre los efectos conocidos que cada uno de ellos provoca en el organismo y proponer un listado de pruebas susceptibles de medir o controlar cada uno de los efectos previstos.

Igual de necesario resulta la sustitución de los programas de control tradicionales, basados en la realización de tratamientos con biocidas según un calendario previamente establecido, por programas de gestión en el que los tratamientos se realizan cuando son necesarios, primando las aplicaciones localizadas, el empleo de biocidas más selectivos y la sustitución del control químico por otras técnicas alternativas, que reducen significativamente los riesgos y, a su vez, resultan económicamente viables.

Además, y dado que el ámbito de actuación de la gestión de plagas son los núcleos urbanos y su entorno (edificios públicos o privados, red de alcantarillado, instalaciones e industrias, áreas sanitarias, medios de transporte, etc.), la incidencia de las medidas de control sobre la población ha de ser mucho mayor que en la gestión de otras plagas como las agrícolas, por lo que su aplicación debe estar sometida a un control más riguroso. Y todo ello sumado, por supuesto, al uso obligatorio (por parte del trabajador y de la empresa) de los equipos de protección individual (EPI), como requisito fundamental para todos aquellos trabajos que impliquen, en mayor o menor medida, un riesgo, sea éste del tipo que sea.

De todo ello, ANECPLA intenta siempre hacerse buen eco y seguir caminando hacia una dirección en la que la regularización y el desarrollo de protocolos específicos para nuestro sector en el campo de la seguridad laboral y la vigilancia de la salud sean, por fin, una realidad. Teniendo en cuenta, además, lo complejo de esta industria, donde son todavía muchas las pymes o microempresas que cuentan con puestos de trabajo multifuncionales en los que la misma persona puede realizar tareas correspondientes a distintos puestos.

Entre nuestros objetivos está conseguir la promoción de una cultura de la prevención global e integradora entre empresarios, trabajadores y delegados de prevención, favoreciendo que conozcan la existencia de la normativa actual y proponiendo, a su vez, como representantes del sector que somos, la aplicación de soluciones adecuadas a la actividad que nos compete. En definitiva, desde ANECPLA seguiremos trabajando para realizar recomendaciones específicas que ayuden a definir y mejorar las políticas de seguridad y salud en el trabajo en nuestra área de actuación, la de la sanidad ambiental.