Delfina García Martínez.
Delfina García Martínez Jefe del Departamento de Prevención de Riesgos Laborales FCC Medio Ambiente

Seguridad y salud en plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos de FCC Medio Ambiente

FCC Medio Ambiente.

Planta 1 (Salamanca). Vista panorámica (planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos).

FCC Medio Ambiente es la división del Grupo FCC dedicada principalmente a actividades de saneamiento urbano, tales como recogida de residuos sólidos urbanos, limpieza viaria, tratamiento y eliminación de residuos sólidos urbanos, limpieza y conservación de parques jardines y zonas verdes, limpieza y conservación de alcantarillado, entre otras.

La gestión preventiva se lleva a cabo a través de un servicio de prevención mancomunado (SPM), cuyo objeto es promover la integración y desarrollo de la actividad preventiva, en las empresas de la División de Medio Ambiente.

El SPM FCC Medio Ambiente extiende su actuación a todo el territorio nacional, donde presta cobertura a todos los centros de trabajo de las más de 60 empresas que en la actualidad están adheridas a él formalmente.

Dentro de las actividades que realiza FCC Medio Ambiente, es la de tratamiento y eliminación de residuos sólidos urbanos, donde la ocurrencia y gravedad de los accidentes puede ser más elevada, ya que son propios de este tipo de procesos los atascos producidos entre dos cintas transportadoras o las tareas de mantenimiento asociadas a la propia línea de proceso o al acceso a puntos de la propia infraestructura. Es por ello que desde este servicio de prevención mancomunado estamos trabajando para evitar que se produzcan accidentes graves y mortales, para lo cual resulta imprescindible eliminar los peligros y minimizar al máximo los riesgos de los peligros que no han podido evitarse, y establecer medidas preventivas para conseguir el mayor grado de seguridad en las tareas que realizan nuestros trabajadores.

Diferentes tratamientos

Los residuos sólidos urbanos, en función de su tipología, son sometidos a diferentes tratamientos en instalaciones diseñadas específicamente para cada tipo de residuo.

En las plantas de tratamiento mecánico biológico se procesan los residuos denominados “resto” o “todo uno” depositados en el contenedor o bolsa gris (residuos no seleccionados selectivamente) y los residuos denominados FORM depositados en el contenedor o bolsa marrón (fracción orgánica de recogida selectiva o municipal). En estas plantas se separan los residuos en dos fracciones: orgánica e inorgánica.

La fracción inorgánica mediante equipos electromecánicos de clasificación automática y/o manual es sometida a una clasificación de elementos recuperables para su posterior reciclaje y reintroducción en el ciclo de vida. La fracción orgánica es tratada mediante procesos biológicos para obtener un producto estabilizado o compost que puede ser utilizado en agricultura o restauración paisajística.

Además, en algunas de estas plantas tienen lugar procesos de digestión anaerobia (biometanización) de la totalidad o parte de la fracción orgánica de los residuos. Como resultado de estos procesos se obtiene un biogás que es aprovechado para la obtención de energía eléctrica y térmica.

El contenido energético de los residuos se aprovecha también para convertirlos en combustibles para la generación de energía eléctrica y/o térmica.

Dentro de las plantas de tratamiento existen  actividades susceptibles de generar una situación de  explosión (zonas ATEX)

Muchas de estas plantas de tratamiento disponen de un depósito controlado para los residuos que tras ser procesados no pueden ser reciclados ni valorizados (rechazos).

En una planta de tratamiento se identifican casi la totalidad de los factores de riesgo y la interacción entre ellos es importante.

Existen diversas zonas de relevancia tales como espacios confinados, trabajos en altura, riesgo eléctrico, zonas ATEX, sistemas de protección contra incendios, instalaciones calor/frío, instalaciones petrolíferas para uso propio, instalaciones de productos químicos, centros de transformación, compresores o calderas.

Todos los procesos de seguridad industrial son objeto de revisión por un OCA para dar cumplimiento a los requisitos legales de aplicación. Además, se debe tener en cuenta la maquinaria en cuanto a los requisitos legales que le sean de aplicación.

FCC Medio Ambiente.
Planta 2. Mancomunidad de RSU de la Ribera de Navarra (Tudela). Tratamiento mecánico de residuos (planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos).

Plan de autoprotección

Se deben contemplar adicionalmente todos los factores de riesgo de la instalación, elaborando un plan de autoprotección conforme al  Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, según la documentación que reporta el proyecto. Como consecuencia de su elaboración se genera un conjunto de actividades complementarias y de relevancia, como son: formación e información de los trabajadores, reparto de funciones, organización de las áreas, formación de los equipos de intervención en los diferentes aspectos, organización de la  comunicación,  recursos adecuados de extinción y de evacuación en función de los riesgos potenciales detectados en la evaluación de riesgos.

Es importante comprobar la eficacia de la implantación del plan de autoprotección a través de la realización de un simulacro.

Dentro de las plantas de tratamiento existen  actividades susceptibles de generar una situación de  explosión (zonas ATEX).

Existe una línea de biometanización en la que parte del metano generado produce combustión, cogenerando energía eléctrica y energía térmica útil para calentar los fangos del digestor. La otra fracción del metano se utiliza para alimentar el digestor.

Por otro lado, debido al movimiento de grandes cantidades de material a granel, como el compost semiseco o seco, se generan capas de polvo sobre las máquinas y sobre el suelo favoreciendo las condiciones  para que se dé un proceso de deflagración.

En  caso de mantener zonas clasificadas, habrá que diseñar un procedimiento eficaz en el que se detalle la manera de actuar en caso de tener que realizar tareas en presencia de gas/polvo.

Para este tipo de centros de tratamiento de residuos es imprescindible la existencia de procedimientos e instrucciones de trabajo de consignación de máquinas y equipos, trabajos en espacios confinados, trabajos con riesgo eléctrico, trabajos en altura, manejo de productos químicos, trabajos de mantenimiento, limpieza y desatascos entre transportadores, así como en otras tareas donde el nivel de riesgo obtenido en la evaluación de riesgos resulte importante o intolerable.

Empresas contratadas o subcontratadas

También se da la circunstancia de que en estos centros coinciden trabajadores de varias empresas contratadas o subcontratadas (reparación, mantenimiento, descarga de residuos, carga de material valorizado, visitas), teniendo que contemplar los riesgos del centro, los de las empresas subcontratadas, más los generados por la concurrencia de todas las empresas, que hace que puedan agravarse los mismos. Todo ello supone una mayor complejidad y dificultad a la hora de velar por la seguridad y salud de todos los trabajadores presentes en estos centros y, por tanto, es de extrema importancia la coordinación de actividades empresariales que se realiza. De ahí la importancia de que las empresas concurrentes en un mismo centro de trabajo se coordinen perfectamente entre ellas para dar cumplimiento a la normativa existente en esta materia.

En este tipo de instalaciones se hace necesario un certificado de conformidad CE de conjunto y adecuación de los equipos según RD 1215/97 Anexo I y Anexo II de cada línea de proceso.

El trabajador que ejerza como recurso preventivo reunirá los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos

Otros requisitos indispensables son la formación e información adecuada, según la normativa en vigor, del personal que va a acceder a las instalaciones (operarios, mandos intermedios y recursos preventivos), siendo esta indispensable para el control y el buen desarrollo de las tareas que a diario se realizan en las plantas.

El trabajador que ejerza como recurso preventivo reunirá los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios en las actividades o procesos y contará con la formación preventiva correspondiente, como mínimo, a las funciones del nivel básico.

Con todo ello, estamos trabajando para evitar los accidentes graves y mortales, en nuestras plantas de tratamiento de residuos y mejorar las condiciones de seguridad y salud de nuestros trabajadores.