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Rafael Miñana Director de Recurso Humanos ONCE

Trabajo seguro y de calidad, también para las personas ciegas

Personas ciegas.

La ONCE hace hincapié en tres aspectos fundamentales para sus trabajadores con discapacidad visual: la autonomía personal de estos compañeros, la accesibilidad a sus puestos de trabajo y la evaluación de los posibles riesgos laborales.

En el primero de los aspectos, los servicios de rehabilitación básica y visual de la propia ONCE hacen que las personas ciegas o con discapacidad visual severa consigan la autonomía suficiente tanto para las actividades de la vida diaria como para los desplazamientos por la vía pública, optimizado el uso del resto visual -si lo tiene- con ayudas ópticas.

Los servicios de accesibilidad adecuan sus puestos de trabajo, dotándoles de accesorios ópticos o informáticos para que su rendimiento sea normal. En el caso de ciegos totales que utilizan ordenador, se les proporciona teclados braille acoplados al convencional, de lectores ópticos de pantalla, de escáneres, etc., con lo que pueden consultar documentación en braille o en voz sintética. Si el trabajador tiene baja visión, dispone de ayudas ópticas como gafas especiales, telelupas, intensificadores de imagen, etc., para rentabilizar su ‘resto visual’.

Finalmente, los agentes vendedores de la ONCE -todos ellos con algún tipo de discapacidad- cuentan con un Terminal Punto de Venta (TPV) completamente accesible y adaptado a todas las discapacidades. Con él puede realizar las múltiples gestiones relacionadas con su trabajo (imprimir cupones, reconocer números premiados,  controlar sus ventas diarias…), sin necesidad de desplazamientos.

Puestos de trabajo

Respecto a la prevención de riesgos laborales, con su trabajo cotidiano y habitual, el Servicio de Prevención evalúa los distintos puestos de trabajo y los Servicios Médicos hacen lo mismo con los trabajadores.

Los trabajadores con ‘resto visual’, usuarios de ordenador, con las ayudas técnicas precisas pueden presentar más fatiga visual o postural que los videntes, por lo que el Servicio de Prevención les hace hincapié en que mejoren su mecanografía, hagan las pausas necesarias y dispongan de un soporte de monitor regulable en altura y distancia ojo-pantalla para evitar posturas forzadas.

Personas ciegas.

Los ciegos totales, que son buenos mecanógrafos y conocedores del braille, utilizan doble teclado, convencional y braille, lo cual puede producir dolor en muñecas por forzarlas en flexión dorsal. Las recomendaciones del Servicio de Prevención para estos trabajadores son la dotación de apoyamuñecas, sillas con apoyabrazos regulables y estudiar un nuevo diseño de la línea braille que permita empotrar el otro teclado para disminuir todo lo posible la altura entre las teclas y el plano de la mesa.

Por su parte, los vendedores de cupones y el resto de productos de la ONCE están expuestos a golpes y atropellos en la vía pública, fatiga postural en su punto de venta, exposición a las condiciones climáticas y atracos, entre otros, riesgos habituales de quienes realizan su labor de cara al público. El Servicio de Prevención insiste en medidas como la necesidad de la rehabilitación básica de los afiliados para optimizar su autonomía y seguridad en los desplazamientos, la información sobre seguridad vial, la carga postural, el reparto de pesos, medios para combatir el calor, dotación de un EPI contra el mal tiempo o cómo actuar en caso de atraco.

Reconocimientos médicos

Los Servicios Médicos del Servicio de Prevención evalúan a los trabajadores a través de los reconocimientos médicos con la finalidad de verificar si la discapacidad del trabajador es compatible con el puesto que va a desempeñar o si las tareas propias de aquel pueden generarle daños a su salud.

La vigilancia periódica de la salud es imprescindible para verificar una correcta adecuación del trabajador, afiliado y no afiliado, a su puesto laboral y para detectar la necesidad de alguna adaptación individual en ese puesto o, si es preciso, indicar la restricción de alguna de las tareas habituales debido a sus condiciones específicas de salud.

En resumen, nosotros entendemos que si el trabajador ciego o con una discapacidad visual severa está rehabilitado en cuanto a su movilidad y autonomía personales, su puesto de trabajo bien evaluado y sus condiciones de salud son las adecuadas a las tareas que tiene que desarrollar, puede realizar su trabajo con total normalidad y seguridad.

La ONCE y su Fundación generan empleo en la actualidad para más de 130.000 trabajadores, de los que más de 105.000 son personas con algún tipo de discapacidad. La prevención de riesgos laborales y la labor continuada de accesibilidad y diseño es otra condición importante para que puedan acceder al empleo y trabajar como unos ciudadanos más.