Milagros Fernández de Lezeta
Milagros Fernández de Lezeta Directora general ANECPLA

Prevención de riesgos laborales de profesionales de la sanidad ambiental en tiempos del COVID-19

Prevención de riesgos laborales.

En una coyuntura en la que el nuevo virus que está poniendo en jaque tanto la salud, como el sistema sanitario y económico a nivel mundial, las labores de desinfección contra el COVID-19 se han convertido en una actividad no solo esencial, sino también indispensable para actuar como cortafuegos y frenar el número de contagios. Sin embargo, tan importante como actuar con labores de desinfección, es hacerlo de una forma profesional y asegurando siempre la protección y seguridad de aquellos que llevan a cabo estos trabajos.

Los sistemas de prevención de riesgos laborales son un factor imprescindible a la hora de garantizar unos estándares mínimos de protección y responsabilidad laboral para los trabajadores de cualquier empresa, ya sean grandes, medianas o pequeñas. En aquellos trabajos que impliquen un cierto riesgo, en mayor o menor medida, y del tipo que sea, el empleo de equipos de protección individual (EPI) es un imperativo. Tanto es así que, en nuestro país, su uso es una obligación legal -tanto por parte del empresario a la hora de formar, informar y proveer de estos equipos- como del trabajador a la hora de hacer uso de ellos de la forma adecuada. En el sector de la sanidad ambiental, el uso de EPIs adquiere trascendencia no solo por la responsabilidad legal, sino porque son la herramienta esencial a la hora de preservar la salud de los técnicos aplicadores.

La formación y prevención en riesgos laborales es fundamental

En el nuevo panorama de trabajos intensivos de desinfección de la carga viral en los espacios, los equipos de protección individual adquieren una nueva y vital función que se suma a las que ya cumplían previamente: evitar el posible contagio de los profesionales.

Desinfección

Los riesgos a los que están expuestos los técnicos de la gestión de estas labores de desinfección son muy variados. Debemos partir de la base de que, en el sector de la desinfección, el uso de productos químicos es inexorable. En primer término, los riesgos más básicos van desde la carga de materiales hasta el uso de elementos como escaleras para acceder a todas las zonas posibles, pasando por las caídas a distinto nivel, el propio transporte de productos virucidas, el manejo de la maquinaria para desarrollar sus trabajos o la manipulación y mezcla de sustancias químicas que se deberán emplear en los trabajos. En todos estos aspectos, la formación y prevención en riesgos laborales es fundamental. Además, en esta nueva realidad pandémica, se vuelve crucial todo lo relacionado con la forma de colocación de los EPIs, su posterior retirada, así como el manejo y desecho de estos como residuos, una vez hayan sido utilizados.

La acción sectorial en momentos críticos como éste es fundamental en la búsqueda de un bien común no solo para la sociedad, sino también para los trabajadores de la sanidad ambiental. La extraordinaria situación generada por el COVID-19 nos obliga a estar más en activo que nunca, pero también más preparados y protegidos. Desde la dirección de ANECPLA llevamos trabajando desde hace casi 30 años en la importancia de concienciar a las empresas de sanidad ambiental y a sus trabajadores de la trascendencia que adquiere la seguridad laboral en un sector como éste, donde se trabaja con el manejo y aplicación de sustancias químicas. Una labor de concienciación que se ha hecho efectiva a través de los numerosos cursos que se imparten al respecto de forma periódica por parte del Centro de Estudios de Sanidad Ambiental, CEDESAM, perteneciente a ANECPLA.

Prevención de riesgos laborales

Protocolo

Asimismo, y frente a la excepcional y novedosa situación actual, desde el comienzo de esta crisis sanitaria la asociación ha buscado la manera de ayudar y contribuir a la contención de esta pandemia a través de múltiples medidas. Con esta premisa, hemos creado el que, desde nuestra experiencia de décadas, debe ser el “Protocolo de actuación frente al nuevo coronavirus (COVID-19)” a seguir. Este protocolo está destinado, por un lado, a garantizar la correcta ejecución de los trabajos de desinfección que se lleven a cabo a lo largo de estas semanas y, por otro, a garantizar que todos los técnicos implicados en este tipo de tareas extremen las precauciones mediante el uso de los equipos de protección individual pertinentes y toma de medidas oportunas. Se trata de un protocolo de actuación claro, sencillo y eficaz. Este protocolo se articula en torno a dos puntos fundamentales: la actuación y la prevención.

Los sistemas de prevención de riesgos laborales son un factor imprescindible a la hora de garantizar unos estándares mínimos de protección

En lo referente a la protección de los trabajadores, el protocolo presenta y desarrolla las medidas que deben ser adoptadas por los técnicos aplicadores antes, durante y después de ejecutar las tareas de desinfección de espacios, entre ellas utilizar los EPIs adecuados para la protección frente a las posibles cargas virales y a los riesgos derivados de la utilización de desinfectantes mediante el empleo de equipamiento de protección facial, ocular y ropa de protección.

Desarrollar este protocolo de actuación no ha sido una tarea sencilla, debido a la falta de conocimiento que todavía tenemos acerca de la naturaleza del COVID-19. Este virus ha pillado desprevenida a la comunidad internacional, creando un escenario complejo e incierto al que hemos tenido que irnos adaptando sobre la marcha, dando lo mejor de nosotros mismos e intentando contribuir, dentro de nuestras posibilidades, para frenar así la ya conocida como “curva de contagios por coronavirus”. Este documento lo hemos preparado con el fin de que pueda ser de utilidad a todas aquellas empresas y profesionales que están llevando a cabo las labores de desinfección en todo tipo de establecimientos, ya sean públicos o privados. También está dirigido a las Administraciones Públicas, cuyo trabajo en estos momentos es vital, ya que deben garantizar la completa seguridad y protección de la ciudadanía en general, así como de aquellos que tengan que continuar desarrollando su actividad laboral fuera de sus hogares.

Otra forma a través de la que buscamos colaborar promoviendo la seguridad de los trabajadores, proporcionando listados y contactos de proveedores que suministran EPIs con las garantías suficientes, debidamente acreditadas y homologadas, para tareas como las desinfecciones del COVID-19.

Ozono

También desde ANECPLA se ha advertido del uso de generadores de ozono en la desinfección contra coronavirus: esta sustancia no está incluida en el listado de desinfectantes con eficacia virucida demostrada que publica y actualiza el Ministerio de Sanidad. Además, también el Ministerio de Sanidad advierte de sus efectos adversos para la salud: peligroso para las vías respiratorias, irritante para la piel y puede producir daños oculares. Por lo tanto, existiendo otras alternativas de desinfección con garantías de eficacia frente al SARS-CoV-2, ANECPLA recomienda las desinfecciones con virucidas autorizados por la Administración sanitaria siguiendo siempre los procedimientos de prevención y seguridad conforme a las FDS y a las autorizaciones de registro.

En ANECPLA nuestro objetivo principal ha sido siempre -y lo es ahora con todavía más empeño- garantizar la correcta ejecución de los trabajos de desinfección, aplicando las medidas adecuadas para proteger la salud de las personas y de los trabajadores que realicen los servicios de desinfección frente al COVID-19. Desde la asociación creemos que la prevención es el arma más eficaz para la protección de la ciudanía en general y de nuestros profesionales en particular. Un objetivo que perseguimos día a día en desde nuestro nacimiento, hace ya casi tres décadas.