Foto recurso hombre y mujer.
Sociedad de Prevención MAZ Equipo Sociedad de Prevención MAZ

Propuesta para la implantación del plan de prevención en el sector del taxi

taxi

La Sociedad de Prevención Maz ha destacado siempre por su amplia experiencia como servicio de prevención ajeno, interesándose por extender la seguridad y la salud en el trabajo a todos los sectores industriales y a cualquier tipo de actividad económica.
En esta línea, y dentro del marco de la actual Ley de Prevención de Riesgos Laborales, nos complace abordar junto con la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (AUMAT) y Taxi Unión S.C.A. de Autónomos Malagueña -y con cada uno de sus taxistas asociados- un novedoso proyecto para diseñar, implantar y desarrollar un Plan de Prevención de Riesgos Laborales en el Sector del Taxi que permita al empresario la integración de la prevención en su actividad diaria, pudiendo ser valorarada su efectividad de acuerdo con la legislación en materia de riesgos laborales, teniendo presente las tareas que realiza el taxista, que a modo de ejemplo pueden resumirse en las siguientes:

  • Revisar el vehículo y llevar a cabo las reparaciones pequeñas y el mantenimiento rutinario.
  • Comunicarse con la base utilizando radio, teléfono o sistemas de ordenador.
  • Recoger a los pasajeros y ayudarles con el equipaje.
  • Establecer la mejor ruta para el destino del pasajero.
  • Conducir el vehículo.
  • Recibir pagos por las tarifas y dar cambio.
  • Tomar medidas adecuadas en caso de accidentes o emergencias.

 

La Sociedad de Prevención de MAZ propone el desarrollo específico de las siguientes actividades preventivas:

La evaluación de riesgos

Se evaluarán las condiciones de trabajo en función de la naturaleza de la actividad descrita anteriormente.

Podemos resumir los principales riesgos y/o sus factores asociados, en los siguientes:

  • Estrés.
  • Fatiga crónica, fatiga ocular, trabajo nocturno.
  • Manipulación manual de cargas, posturas forzadas, lumbalgias, alteraciones musculoesqueléticas.
  • Accidentes de tráfico, sueño, alcohol, medicamentos, factores provocadores de distracciones.

Especial atención merece la prevención del accidente de tráfico por su probabilidad y gravedad potencial. Para ello nos apoyaremos en la “Guía para las actuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en materia de seguridad vial en las empresas”, publicada en 2011 para su correcta evaluación. Para valorar correctamente el riesgo de accidente de tráfico se tendrán en cuenta los siguientes factores de riesgo:

  • Aspectos ergonómicos y psicosociales. Los errores humanos, motivación, capacidad, emociones, sueño, fatiga, posibles efectos de drogas, fármacos y alcohol, o el estrés.
  • El trabajador conductor del vehículo.El sistema de remuneración y la jornada laboral inciden en el régimen de prestación laboral provocando posibles incrementos de la velocidad de conducción.
  • El vehículo.El vehículo como equipo de trabajo. Revisiones y mantenimiento de acuerdo con las ins­trucciones técnicas del fabricante. Posibles modificaciones de sus características técnicas o prestaciones o usos previs­tos por el fabricante.Clases de vehículos. Cumplimiento en tiempo y for­ma de la obligación de superar las inspecciones técnicas previstas en la normativa de la autoridad administrativa de tráfico o transporte público.
  • La actividad. Posibles interferencias del pasajero y sus características en la actividad profesional del conductor y riesgos específicos del tráfico en el interior de puertos, aeropuertos y parques logísticos.
  • La ruta. Ruta programada o regular y ruta variable. La ruta elegida (curvas, tráfico…) puede aumentar el riesgo genérico de accidentabilidad (hay que valorarla).
  • El objeto del transporte.Los pasajeros. Riesgos inherentes a la tipología/estado de los mismos: niños, discapacitados, trabajadores durmiendo, despedidas de soltero, idioma, posibles conflictos. Destino a tiempo. El equipaje. Estiba correcta y de naturaleza segura. La ruta elegida (curvas, tráfico…) hay que valorarla ya que puede aumentar el riesgo genérico de accidentabilidad.

 La vigilancia de la salud

El control de salud de los trabajadores –vigilancia de la salud– que realizan su jornada laboral conduciendo vehículos de empresa se considerará obligatoria en aplicación del artículo 22 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. El objetivo al usar este protocolo es detectar patologías que puedan interferir con la conducción o pongan en peligro su integridad o la de los demás, así como establecer las directrices para solucionar con premura tanto la enfermedad común como la patología laboral y tomar las medidas preventivas necesarias que eviten los accidentes por la conducción de vehículos.

Siguiendo las indicaciones de la publicación “Manual sobre aspectos médicos relacionados con la capacidad de conducción de vehículos” del año 2004 de la Dirección General de Tráfico, se realizarán una anamnesis y una exploración específica.

Plan de prevención en el sector del taxi.

Además, se aplican los protocolos específicos de vigilancia de la salud de posturas forzadas, manipulación manual de cargas y trabajo a turnos/nocturnidad.

Si de la anamnesis, exploraciones y pruebas complementarias realizadas aplicando estos protocolos, se diagnostican enfermedades comunes o lesiones que puedan interferir con la conducción, se desviará a este trabajador al médico de familia o especialista del Sistema Sanitario Público (SAS en Andalucía). Si viniera derivado de accidente de trabajo o enfermedad profesional, se remitiría a los servicios médicos de su mutua de accidentes.

En especial debemos prestar atención a situaciones como una hipertensión arterial, arritmia u otra cardiopatía, diabetes o vértigo sin tratamiento, el uso de fármacos que puedan interferir con la capacidad de conducción, agudeza visual o auditiva disminuida, toxicomanías o adicción al alcohol, epilepsia, sospecha de apneas o hipopneas con somnolencia diurna… Es muy importante el control de estas patologías, tanto por el riesgo que puede suponerle, como por la existencia de normas de restricción para realizar su trabajo por motivos de salud.

Además, la vigilancia de la salud incluye la protección de:

  • Los trabajadores y trabajadoras especialmente sensibles, es decir, que puedan verse afectados de forma singular por algún riesgo identificado en el puesto de trabajo, por sus características personales, estado biológico o que presenten algún tipo de discapacidad.
  • Las trabajadoras en periodo de embarazo, lactancia y parto reciente.

La auto-organización, a causa de su condición de autónomos de muchos de los taxistas, les lleva a cometer excesos en el tiempo y en el ritmo de trabajo, lo que hace que las condiciones laborales de los taxistas sean especialmente agresivas. Pueden resumirse en:

  • Jornada de trabajo prolongada (de doce a catorce horas de trabajo), no predeterminada, que producen sueño irregular e insuficiente descanso.
  • Dificultad para llevar una alimentación equilibrada.
  • La autoexplotación es muy alta.

La vigilancia de la salud, la ergonomía y los riesgos psicosociales adquieren especial importancia en el plan de prevención del taxi

El trabajo nocturno tiene varios inconvenientes y riesgos. La patología del trabajador nocturno está ligada a la fatiga y sus manifestaciones más importantes las podemos clasificar en tres grupos sintomáticos: trastornos nerviosos relacionados con la fatiga, trastornos del sueño y trastornos gastrointestinales y pérdida de apetito.

Físicamente se manifiesta como una sensación de cansancio y abatimiento. El cansancio psíquico produce dificultad de hacer esfuerzos intelectuales, con sensación de cabeza vacía, errores (las posibilidades de accidentes se acrecientan), etc.

Los trastornos del sueño y del carácter se manifiestan por hipersensiblilidad emocional, irritabilidad, pudiendo aparecer ansiedad y sintomatología de tipo vegetativo (dolor torácico o de estómago, vértigos, etc.).

Al interrogar a los taxistas sobre los diferentes conflictos que le surgen en el ámbito de la salud, siempre aparece el motivo horario.

Entre las principales lesiones que padece el taxista están las lumbalgias mecánicas y las discopatías. Encontramos un efecto sinérgico entre carga estática,  postural y repetición como combinación del mantenimiento postural, con giros y flexiones y los cambios bruscos de temperatura, así como la necesidad puntual de manejar peso (equipajes, etc.).

El ruido puede afectar a los taxistas. En este caso es difícil la protección individual ante él, pues no pueden usar ningún protector individual. El ruido proviene del tráfico y de entorno externo, por lo que es difícil de evaluar, dado su carácter cambiante, y de su propio vehículo. La solución parcial pasaría por mantener las ventanillas cerradas pero esto no siempre es posible, ya sea por la temperatura o por el uso que de ellas hacen los clientes.

La organización preventiva del empresario

Plan de prevención.

En la empresa, las funciones, responsabilidades y autoridades en prevención deben estar definidas, documentadas y ser comunicadas a los interesados, todo ello al objeto de facilitar la gestión de PRL en la empresa.

Plan de medidas de emergencia.

Hay que programar las medidas a adoptar para casos de emergencia, implementando procedimientos que se coordinen con los servicios públicos y tengan en cuenta las particularidades del taxi como, por ejemplo, que el trabajador está solo y probablemente afectado por desfallecimiento o accidente.

Información y formación.

Se debe impartir formación preventiva específica en seguridad vial y en los aspectos aquí relacionados que inciden directa o indirectamente en el riesgo contemplado.

Coordinación de actividades preventivas.

Hay que adoptar las medidas de coordinación preven­tiva en todas aquellas operaciones o actividades en las que deban intervenir dos o más empresas o empleados autónomos, que necesariamen­te habrán de coordinar sus sistemas preventivos de los riesgos de sus trabaja­dores y de los de los demás.

La investigación de los accidentes laborales.

Se deben investigar todos los accidentes, incluidos los de tráfico.

Son importantes las circuns­tancias directas e indirectas que pueden haber influido en el accidente laboral de tráfico, tanto en misión como in itínere, teniendo en cuenta en esta investigación los factores desarrollados anteriormente junto con los relacionados con la pericia del conductor o terceros.

Presente y futuro

En este artículo hemos tratado los campos en los que se debe centrar nuestro trabajo en el sector del taxi en los próximos años.

Debemos esmerarnos en valorar correctamente la autoorganización que ejerce el empresario del taxi, dada la relevancia que tiene en la seguridad y en la salud de los taxistas.

La vigilancia de la salud, la ergonomía y los riesgos psicosociales adquieren especial importancia en el plan de prevención del taxi.

La seguridad vial laboral debe estar presente en todas las actividades preventivas que se planifiquen conjuntamente con el sector para prevenir los accidentes en misión.

Nos queda por delante un importante reto que abordar juntos, pero los resultados sin duda merecerán la pena.