Mujer.
Encarna Santolaria Médico, técnico de Salud Laboral Consellería de Sanidad - Comunitat Valenciana
Mujer.
Sonia Casanova Enfermera del trabajo Consellería de Sanidad - Comunitat Valenciana
Foto autor.
Valentín Esteban Médico de trabajo, jefe del servicio de Salud Laboral Consellería de Sanidad - Comunitat Valenciana

Prevención del riesgo biológico en trabajadores sanitarios: experiencia de la Comunitat Valenciana

Agentes biológicos.

La exposición laboral a agentes biológicos afecta a una gran variedad de actividades y ocupaciones, siendo los trabajadores del sector sanitario uno de los colectivos laborales más expuestos a este tipo de riesgo.

La transmisión de agentes patógenos por sangre y otros fluidos corporales, como el virus de la hepatitis B, el virus de la inmunodeficiencia humana o el de la hepatitis C, constituye uno de los principales riesgos del personal sanitario. Las medidas preventivas frente al riesgo biológico se centran en la introducción de materiales con mecanismos de bioseguridad, en la mejora de la praxis profesional aplicando protocolos de trabajo, la formación e información de los trabajadores en la utilización de mecanismos de barrera y precauciones universales, y en la vigilancia epidemiológica.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece los principios básicos de la prevención y el Real Decreto 664/1997 de 12 de mayo regula la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo. Recientemente, la Directiva 2010/32/UE del Consejo que aplica el Acuerdo Marco para la prevención de las lesiones causadas por instrumentos cortantes y punzantes en el sector hospitalario y sanitario, del 6 de mayo de 2010 específica, por primera vez, que una de las medidas preventivas prioritarias que deben adoptarse para conseguir una reducción efectiva y real de la exposición a estas lesiones, ante la imposibilidad de suprimir agujas y elementos cortantes, es la utilización de equipos cortopunzantes que incorporan sistemas de seguridad diseñados con el objetivo de eliminar o minimizar los cortes o pinchazos accidentales. Igualmente, establece la obligación de ofrecer la formación adecuada sobre las políticas y procedimientos asociados a la prevención de las heridas causadas por instrumental cortopunzante y considera necesario establecer sistemas locales, nacionales y europeos de notificación.

Un 35% de las personas encuestadas no había declarado las exposiciones percutáneas. El nivel de infradeclaración era todavía mayor en las exposiciones cutáneo-mucodsas

 Programa de prevención

En la Comunitat Valenciana, desde la Dirección General de Investigación y Salud Pública de la Conselleria de Sanidad, se puso en marcha a finales de 2004, a través de la aportación de fondos europeos, por medio de los Programas Institucionales de las Comunidades Autónomas del Ministerio de Sanidad, el Programa de prevención de riesgo biológico en trabajadores sanitarios de la Comunitat Valenciana. Sus líneas de actuación incluyeron la introducción de materiales con mecanismos de seguridad, la formación y sensibilización del personal de enfermería y la creación de un sistema de vigilancia epidemiológica de las exposiciones ocupacionales accidentales a agentes biológicos.

Se llevó a cabo, como experiencia piloto, en 3 Departamentos de Salud, con la inclusión tanto de servicios y unidades hospitalarias como de centros de atención primaria. En total participaron 273 profesionales de enfermería. En las unidades seleccionadas se sustituyeron, durante un período de 6 meses, el material cortopunzante tradicional por material que incorporaba dispositivos de seguridad. Se introdujeron 9 tipos de dispositivos de seguridad: catéteres intravenosos de seguridad, jeringas de gasometría arterial de seguridad, palomillas y agujas de seguridad para extracción por vacío, lancetas de punción capilar de seguridad, agujas hipodérmicas de seguridad, jeringas de insulina de seguridad, válvulas de acceso intravenosos de seguridad y agujas de punta roma. Durante las sesiones formativas previas a la utilización de los estos materiales, los trabajadores participantes cumplimentaron una encuesta de evaluación del conocimiento y percepción del riesgo. Tras la prueba piloto, procedieron a la evaluación de los materiales de seguridad utilizados.

La introducción de materiales de seguridad, unido a la formación, demostró una alta eficacia en la reducción de las inoculaciones accidentales. El número de accidentes se redujo en las unidades piloto en un 78’73 %, respecto al mismo período del año anterior.

Agentes biológicos.

Eficaz implantación de productos de seguridad novedosos

Una eficaz implantación de nuevos productos de seguridad requiere una acertada selección de dispositivos de seguridad, una participación activa de los profesionales sanitarios en este proceso y una voluntad de cambio en los procedimientos de trabajo. Estos dispositivos de seguridad deben cumplir unos requisitos mínimos; el mecanismo de seguridad está integrado en el dispositivo, su activación debe manifestarse mediante una señal auditiva, táctil o visual, la punta de la aguja debe quedar completamente aislada tras la activación del dispositivo de seguridad y este debe ser irreversible una vez activado. Además, el dispositivo de seguridad debe ser fácil de usar, práctico, fiable y eficaz. En este estudio el nivel de satisfacción del usuario con los nuevos materiales fue muy elevado. Se demostró también que la formación inicial influía en el nivel de satisfacción de los usuarios, así como la frecuencia de uso. Los trabajadores que habían recibido formación inicial valoraban positivamente los nuevos materiales. A mayor frecuencia de uso, mejor aceptación del dispositivo.

Según los datos de la encuesta de percepción de riesgo, al inicio del estudio se obtuvo una tasa de incidencia anual de las exposiciones percutáneas del 16.6 accidentes por cada 100 trabajadores y el 38.4% manifiesta haber tenido al menos una exposición cutáneo-mucosa. Estas cifras fueron notablemente superiores a las obtenidas en el estudio nacional EPINETAC 6, en el que la tasa de exposiciones percutáneas para el personal de enfermería fue de 7.1 por cada 100 trabajadores. Destaca que un 35% de las personas encuestadas no había declarado las exposiciones percutáneas. El nivel de infradeclaración era todavía mayor para las exposiciones cutáneo-mucosas ya que de las 95 personas que habían sufrido este tipo de exposición solo dos habían sido declarados. La notificación de la exposición por parte del trabajador y la rapidez con que se haga son esenciales para la puesta en marcha de las medidas de profilaxis y la eficacia de las mismas. Los motivos que más alegaron los encuestados en este estudio para justificar la no-declaración son el desconocimiento de la importancia de la notificación, porque pensaban que el accidente y/o el paciente fuente era de bajo riesgo y por desconocer el procedimiento de notificación.

Niveles de utilización

Aunque es sabido que la utilización de precauciones estándar reduce notablemente el riesgo de exposición a patógenos hemáticos, este estudio demostró que el nivel de utilización de estas medidas no alcanzaba todavía los niveles aceptados entre los trabajadores sanitarios encuestados. Los guantes fue la protección más utilizada (85%) y el resto de EPI, como gafas y mascarillas fueron mucho menos utilizados (7%). A esta irregular utilización de precauciones estándar puede contribuir la falta de protocolos de trabajo encaminados a favorecer la utilización de medidas preventivas de barrera, como la protocolización del uso de guantes, del lavado de manos, de la utilización de gafas y mascarillas, o del desechado correcto de materiales. Se observó un porcentaje de profesionales que continuaban realizando de forma habitual la práctica del reencapuchado (7%) y otro alto porcentaje (40.49%) que lo realizaban de forma ocasional.

Entre las medidas de prevención de los riesgos laborales, la formación e información de los trabajadores ocupa un lugar clave. La mayoría de los trabajadores encuestados (95.14%) conocían los riesgos de su puesto de trabajo, aunque el 45% manifestaba que no había recibido información y formación para minimizarlos. Por otra parte, se evidenció un importante desconocimiento de la necesidad de declarar el accidente sufrido y del protocolo postexposición.

Implantación progresiva

En la actualidad, en la Comunitat Valenciana, la Conselleria de Sanidad continúa con una implantación progresiva de los materiales de bioseguridad, incorporándolos a los concursos públicos para su adjudicación en los centros sanitarios. Asimismo, se está desarrollando el Registro de exposiciones biológicas accidentales (REBA), como sistema unificado de declaración de las exposiciones laborales accidentales a agentes biológicos en los trabajadores de los centros sanitarios públicos y privados, de ámbito autonómico. La declaración se realiza a través de la aplicación informática REBA, que además de registrar el accidente, permite obtener indicadores, facilita la gestión y sirve de ayuda para la aplicación del protocolo de seguimiento.

Los resultados de la fase inicial de este registro nos muestran que de los 715 accidentes biológicos declarados por los centros piloto, el 90% son exposiciones percutáneas y el 50% son declarados por el personal de enfermería. Se observan diferencias en el perfil del accidente entre el personal médico y de enfermería. El personal de enfermería se accidenta con más frecuencia en la habitación del paciente con una aguja de inyección intramuscular o subcutánea y los médicos en quirófano, con una aguja de sutura durante una intervención quirúrgica. Un 10% ha ocurrido con material de seguridad. Destaca que el 51% de los accidentes ocurren en personal eventual.

Se trata de un sistema que aporta información sobre el accidente biológico en tiempo real, ayuda a la toma de decisiones en los distintos niveles y facilita la adopción de las adecuadas medidas preventivas. Con el refuerzo de las actividades de formación e información de los trabajadores en la utilización de mecanismos de barrera y precauciones universales, el empleo de material de bioseguridad en su trabajo diario y una rápida notificación de la exposición ocupacional accidental, se puede conseguir una importante reducción del impacto de los riesgos biológicos en los trabajadores sanitarios.

Referencias bibliográficas