Como todo en la vida, y gracias a Dios, poco a poco nos vamos normalizando…, lo que conlleva a que tenemos que seguir y continuar abordando todos los proyectos en materia de seguridad y salud laboral, más allá de las cuestiones que aun continuaremos ejecutando durante un largo tiempo, relacionadas con la COVID.
Es por ello, que APA os presenta una acción formativa, muy demandada en el sector de la prevención de riesgos laborales, y que está orientada a dotar de mayor calidad a las evaluaciones de riesgos realizadas por los técnicos de los servicios de prevención, en materia de atmósferas explosivas.
Se entiende por atmósfera explosiva toda mezcla, en condiciones atmosféricas, de aire y sustancias inflamables en forma de gas, vapor o polvo en la que, tras la ignición, se propaga la mezcla no quemada.
El empresario deberá tomar diferentes medidas de carácter técnico u organizativo, siempre de acuerdo con los principios básicos que deben inspirar la acción preventiva, que se combinarán o completarán, cuando sea necesario, con medidas contra la propagación de las explosiones. De carácter específico son la obligación de evaluar los riesgos de explosión y la de coordinar, cuando en un mismo lugar de trabajo se encuentren trabajadores de varias empresas, además de la obligación de elaborar un documento de protección contra explosiones y de clasificar en zonas las áreas en las que puedan formarse atmósferas explosivas.
El empresario tendrá que evaluar los riesgos específicos derivados de las atmósferas explosivas, teniendo en cuenta, al menos:
· La probabilidad de formación y la duración de atmósferas explosivas.
· La probabilidad de la presencia y activación de focos de ignición, incluidas las descargas electrostáticas.
· Las instalaciones, las sustancias empleadas, los procesos industriales y sus posibles interacciones.
· Las proporciones de los efectos previsibles.
Así pues, el objetivo que se persigue con esta acción formativa es:
a) Saber identificar correctamente en la empresa, dónde puede haber riesgo ATEX y poder introducirlo de manera coherente en la evaluación de riesgos, junto a sus medidas preventivas.
b) Saber integrar el riesgo ATEX en la gestión preventiva de la empresa.
c)Tener una foto completa de cómo se gestiona el riesgo ATEX: obligaciones normativas tanto a nivel PRL como a nivel industrial, instalaciones “frontera”, principales problemas y lagunas en clientes, etc.
Así pues, si estas interesado en recibir esta formación de calidad por especialistas en la materia, para la mejora de tu trabajo, no dudes en contactar con nosotros.
Recuerda que es una formación online de 4 horas, por lo que las barreras geográficas no suponen ningún problema, además de que podemos ajustarnos a vuestras necesidades.
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