Tres de cada cuatro españoles no son felices en su trabajo y un 27 por ciento piensa dejarlo en 2022

Gabriela Bustelo

¿Son felices los españoles en 2022? Una encuesta de LinkedIn señala que tres de cada cuatro españoles no son felices en su trabajo. Tras la pandemia se estarían replanteando su vida y su profesión. Bajo la apariencia de un país que regresa a la normalidad tras la epidemia de coronavirus, late un tenso magma de insatisfacción.

De cada cuatro españoles, tres no son felices en su trabajo

Por si esto fuera poco, un 25% de los trabajadores españoles no ve cumplidas sus aspiraciones laborales, según indica la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). Por tanto, uno de cada cuatro españoles no desarrolla su vocación en su trabajo. Estas cifras nos ubican un 10% por debajo de la media europea. Y el último informe de Infojobs revela que un 27% de los empleados de nuestro país tiene intención de abandonar su trabajo este año.

¿El dinamismo del mercado permite cambiar de empleo?

Una interpretación positiva de estos datos reflejaría que la movilidad del mercado permite cambiar el derrotero laboral, aprovechando capacidades transversales útiles en cualquier empleo y tipo de actividad. Este reinicio profesional no dependería de la edad, según Cristina de la Fuente, experta en reinvención y transición laboral. «En cualquier momento podemos cambiar de función o de sector», asegura esta economista que también se ha ‘reciclado’ profesionalmente.

Causas de la infelicidad laboral

El análisis pesimista de esta información se centraría en una salud emocional laboral deficiente, que estaría provocando altas tasas de abandono y cambio de trabajo en los últimos tiempos. Las causas serían la ausencia de incentivos, la nula posibilidad de ascenso y la falta de cuidados desde la perspectiva de la salud laboral. La precariedad, la carencia de un sueldo digno, el estrés y el mobbing son cuatro de los grandes obstáculos que impiden hallar la satisfacción laboral.

La pérdida de capital humano y su impacto sobre las empresas

La conciliación y la flexibilidad laboral, descubiertas con el teletrabajo durante la pandemia, se pierden al regresar a empleos que de nuevo requieren una labor presencial. El empleado descontento por todos estos motivos abandona su trabajo con la esperanza de mejorar su situación. Desde el punto de vista empresarial, esta pérdida de capital humano obliga a hacer una inversión adicional en la búsqueda de perfiles similares y en la formación.